ABU DHABI -- Estudiantes de la Plata volverá a pelear el próximo sábado, treinta y nueve años después de disputar su última final de la Copa Intercontinental, por el título de mejor equipo del Mundo, tras imponerse por 2-1 a un Pohang Steelers que acabó el duelo con ocho jugadores y con el delantero brasileño Denilson como arquero.
Más dificultades de las previstas sufrió el campeón de la Copa Libertadores y eso que el equipo argentino pareció dispuesto a sellar cuanto antes su pase a la gran final, gracias a un activo Mauro Boselli que puso a prueba hasta en tres ocasiones al guardavallas coreano en el primer cuarto de hora de juego.
La más clara a los seis minutos de juego en un acrobático remate del delantero argentino que se estrelló en el poste derecho , cuando Hwa Yong estaba ya completamente batido.
Una ocasión que, curiosamente, pareció despertar definitivamente al Pohang Steelers, que comenzó a atreverse a discutir la posesión de balón a un Estudiantes de La Plata, que de la mano de la Brujita Verón había monopolizado el esférico hasta entonces.
Un atrevimiento que, pese a todo, no se tradujo en ninguna ocasión de gol para los asiáticos, que salvo en alguna que otra jugada a balón parado apenas inquietaron la meta defendida por Damián Albil.
Lo mismo que el Estudiantes de La Plata que olvidado el arreón inicial, se conformó con un par de disparos lejanos de Clemente Rodríguez y Enzo Pérez, que parecieron condenar a los argentinos a llegar al descanso con un inquietante empate en el marcador.
Penitencia de la que les redimió, ya en el tiempo de prolongación del primer tiempo, un lanzamiento lejano de falta de Leandro Benítez, que pese al intento de remate de Boselli, se coló en el arco coreano sin que nadie lo tocase.
Un gol que obligó al Pohang Steelers a iniciar la segunda mitad de manera mucho más agresiva, lo que no tardó en aprovechar el Estudiantes, que no desperdició los espacios dejados por el cuadro coreano para sentenciar la contienda en un contragolpe.
Un contraataque guiado por Verón, que tras un tremendo fallo del arquero asiático Hwa Yong, culminó el héroe de la noche para el Pincha, Leandro Benítez, que selló con un tiro cruzado el pase a la final de Estudiantes.
Ters minutos después, los coreanos se quedaron con un jugador menos por la expulsión del central Hwang Jae Won, acabar definitivamente con cualquier opción de victoria del campeón asiático
Sin embargo, un claro error arbitral, que dio por válido a los setenta y un minutos un gol del brasileño Denilson, en una acción en la que hasta cuatro jugadores del Pohang se encontraban en posición antirreglamentaria, volvió a llevar la emoción al encuentro.
Incertidumbre con la que se encargó de acabar el árbitro italiano Roberto Rosetti que apenas unos segundos mas tarde del gol asiático expulsó a un segundo jugador del Pohang, el centrocampista Kim Jae Sung.
Expulsión a la que se uniría seis minutos después, en el setenta y siete, una tercera, la del portero Shin Hwa Yong, que obligó al goleador Denilson, dado que los coreanos ya habían agotado el cupo de cambios, a actuar como guardameta hasta la conclusión del encuentro.
Trece minutos en los que el Estudiantes no fue capaz, pese a disponer de un disparo de Verón que se estrelló en el palo, de anotar el gol de la tranquilidad, convencido como ya estaba de su triunfo.
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