Los lios por Messi, dieron su resultado la consigna era la medalla de oro y al igual que en Atenas hace cuatro años, la selección argentina se consagró campeona del Torneo Olímpico de Fútbol masculino al derrotar 1-0 a Nigeria en la final disputada este sábado 23 de agosto en el Estadio de los Trabajadores de Pekín.
La Albiceleste debió trabajar duro para doblegar a un valiente conjunto africano que apretó hasta los últimos minutos y estuvo cerca de marcar el empate. El gol decisivo de Ángel Di Maria, tras una gran habilitación de Lionel Messi en el complemento, sirvió además para que los sudamericanos vengaran la derrota en manos nigerianas producida en la final de Atlanta 1996.
Pese al resultado final, el primer tiempo mostró a un conjunto nigeriano más peligroso.
Pese al resultado final, el primer tiempo mostró a un conjunto nigeriano más peligroso.
Argentina dominó el balón y se aproximó al área de Ambruse Vanzekin, pero como en muchos pasajes del certamen, careció de peso dentro del área. En ese contexto, los de Samson Siasia, superiores en lo físico, se mostraron más verticales a la hora de buscar el arco contrario y por eso tuvieron las mejores posibilidades.
Apenas comenzado el partido, Sergio Agüero escapó por derecha y quedó en buena posición para rematar, pero no logró estabilizarse y terminó por el suelo (4'). Nigeria contestó rápidamente con un tiro libre de Odemwingie, que encontró bien ubicado a Sergio Romero (6') sobre su derecha.
Si de tiros libres se trata, el argentino Juan Román Riquelme es un especialista.
Apenas comenzado el partido, Sergio Agüero escapó por derecha y quedó en buena posición para rematar, pero no logró estabilizarse y terminó por el suelo (4'). Nigeria contestó rápidamente con un tiro libre de Odemwingie, que encontró bien ubicado a Sergio Romero (6') sobre su derecha.
Si de tiros libres se trata, el argentino Juan Román Riquelme es un especialista.
No obstante, el capitán remató desviado desde una posición inmejorable para abrir el marcador (10'). Esa sería la última aproximación albiceleste. Solomon Okoronkwo mejoró su producción por la derecha y la pelota comenzó a circular cerca del área de los sudamericanos.
Primero lo perdió Okoronkwo, quien remató desviado tras un pase de Peter Odemwingie (12') por derecha. Luego fue el número 14 el que apareció dentro del área, pero su cabezazo, incómodo, se perdió por arriba del travesaño.
La última de ese primer tiempo fue además la más peligrosa: Odemwingie escapó por izquierda y lanzó un centro rasante que no alcanzaron a tocar ni el arquero ni Promise Isaac. El volante se quedó dentro del área esperando la continuación de la maniobra, y conectó a medias tras un centro de Sani Kaita: la pelota, alta, obligó al esfuerzo de Romero (34'). Contestó Argentina con un excelente remate de Luciano Monzón que Vanzekin alcanzó a desviar al tiro de esquina (45'), pero nada movería el marcador antes del descanso.
El segundo tiempo se inició a ritmo lento, pero con la sensación general de que el cansancio producido por el calor en ambos equipos podría desencadenar en alguna situación de peligro. Y así ocurrió: Messi comenzó a asistir a sus compañeros en ataque y Agüero, cara a cara con el arquero, no llegó a conectar. La revancha albiceleste no se haría esperar: otro delicioso pase de Messi dejó a Di Maria cara a cara con Vanzekin, quien nada pudo hacer ante la soberbia definición bombeada del jugador del Benfica (1-0; 58').
La conquista obligó a salir a Nigeria, que cerca estuvo de igualar en dos ocasiones: primero con un remate mordido de Victor Obinna bien detenido por Romero (64') y luego tras un centro envenenado que alcanzó a despejar Nicolás Pareja al tiro de esquina (65'). El recién ingresado Ebenezer Ajilore también lo tuvo por fortuna, luego de que un remate de Javier Mascherano rebotara en su cuerpo y sorprendiera a Romero. El balón se perdió apenas afuera... (72').
Argentina se replegó y buscó espacios para contragolpear con Messi y Agüero. Sin embargo, el que casi anota es el equipo de Siasia con un centro cruzado y espinoso de Onyekachi Apam (74') que nadie alcanzó a empujar (74'). No sería la última aproximación de peligro: Kaita, con un derechazo en la boca del área, hizo volar a Romero antes de ver como su envío se perdía centímetros arriba del travesaño (78').
Los minutos finales se escurrieron con la misma tónica. Nigeria buscando un gol que lleve todo al tiempo suplementario y Argentina intentando hacer correr el balón. Sólo quedaba tiempo para una espectacular salvada de Romero ante la llegada del ingresado Victor Anichebe, quien arremetió tras un centro enviado por Obinna desde la izquierda (84').
No hubo tiempo para más. Pese a los constantes centros llovidos desde ambas bandas, Nigeria debió conformarse con la medalla de plata. Argentina, al igual que en Atenas 2004, se subió a lo más alto del podio producto de una campaña impresionante: 6 victorias consecutivas -12 si se agregan las de hace cuatro años, todo un récord en la competencia-, 11 goles a favor y apenas 2 en contra. El oro, sin dudas, quedó en buenas manos.
Primero lo perdió Okoronkwo, quien remató desviado tras un pase de Peter Odemwingie (12') por derecha. Luego fue el número 14 el que apareció dentro del área, pero su cabezazo, incómodo, se perdió por arriba del travesaño.
La última de ese primer tiempo fue además la más peligrosa: Odemwingie escapó por izquierda y lanzó un centro rasante que no alcanzaron a tocar ni el arquero ni Promise Isaac. El volante se quedó dentro del área esperando la continuación de la maniobra, y conectó a medias tras un centro de Sani Kaita: la pelota, alta, obligó al esfuerzo de Romero (34'). Contestó Argentina con un excelente remate de Luciano Monzón que Vanzekin alcanzó a desviar al tiro de esquina (45'), pero nada movería el marcador antes del descanso.
El segundo tiempo se inició a ritmo lento, pero con la sensación general de que el cansancio producido por el calor en ambos equipos podría desencadenar en alguna situación de peligro. Y así ocurrió: Messi comenzó a asistir a sus compañeros en ataque y Agüero, cara a cara con el arquero, no llegó a conectar. La revancha albiceleste no se haría esperar: otro delicioso pase de Messi dejó a Di Maria cara a cara con Vanzekin, quien nada pudo hacer ante la soberbia definición bombeada del jugador del Benfica (1-0; 58').
La conquista obligó a salir a Nigeria, que cerca estuvo de igualar en dos ocasiones: primero con un remate mordido de Victor Obinna bien detenido por Romero (64') y luego tras un centro envenenado que alcanzó a despejar Nicolás Pareja al tiro de esquina (65'). El recién ingresado Ebenezer Ajilore también lo tuvo por fortuna, luego de que un remate de Javier Mascherano rebotara en su cuerpo y sorprendiera a Romero. El balón se perdió apenas afuera... (72').
Argentina se replegó y buscó espacios para contragolpear con Messi y Agüero. Sin embargo, el que casi anota es el equipo de Siasia con un centro cruzado y espinoso de Onyekachi Apam (74') que nadie alcanzó a empujar (74'). No sería la última aproximación de peligro: Kaita, con un derechazo en la boca del área, hizo volar a Romero antes de ver como su envío se perdía centímetros arriba del travesaño (78').
Los minutos finales se escurrieron con la misma tónica. Nigeria buscando un gol que lleve todo al tiempo suplementario y Argentina intentando hacer correr el balón. Sólo quedaba tiempo para una espectacular salvada de Romero ante la llegada del ingresado Victor Anichebe, quien arremetió tras un centro enviado por Obinna desde la izquierda (84').
No hubo tiempo para más. Pese a los constantes centros llovidos desde ambas bandas, Nigeria debió conformarse con la medalla de plata. Argentina, al igual que en Atenas 2004, se subió a lo más alto del podio producto de una campaña impresionante: 6 victorias consecutivas -12 si se agregan las de hace cuatro años, todo un récord en la competencia-, 11 goles a favor y apenas 2 en contra. El oro, sin dudas, quedó en buenas manos.
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