lunes, 8 de diciembre de 2008

ES DE PRIMERA




No hay mal que dure sin años, ni cuerpo que lo resista. Esta podría ser la frase más acorde a lo vivido por Alianza Lima en esta temporada, a pesar de los rimbombantes nombres con los que contó, estos no se convirtieron en lo que realmente necesita un equipo, “hombres”. Y es que Alianza tuvo las de Caín este año, se anunció la llegada de un “Doctor” especialista en curar aquellas catarsis que se dan en el fútbol, pero el remedio fue peor que la enfermedad.
Los blanquiazules a decir verdades volvieron a tener el juego vistoso al que nos tenían acostumbrados, pero fue solo flor de un día, pues en el transcurso del campeonato, los victorianos tuvieron que luchar con el descenso hasta el día de hoy, donde desde el más pequeño de los hinchas blanquiazules acudió a abarrotar las gradería de Matute y radio en mano, sufría lentamente mientras Minero le ganaba a Ancash, es verdad “Alianza dependía sólo de Alianza”, pero hoy no fue así, Ancash le dio la mano para que con ese gol de Carrillo hacer que ese afligido hincha mire al cielo, respire hondamente y de gracias al todopoderoso por el asegurar su permanencia en Primera División, pero a la vez maldecir a todos aquellos que lo hicieron salir antes de acabado el partido en más de una ocasión , pues el corazón no podía sufrir más.
Pero esta vez fue diferente Alianza salió decidió a quedarse en primera, fue entonces que Aparicio aprovechó un tiro de esquina y la puso dentro del arco de Delgado, fue el primero y con eso bastó, no hubo mayor trámite en el partido, salvo las llegadas del “chino” Ximenez que hicieron sudar frío al recinto íntimo, pero como en la mayoría de las tardes estuvo ese arquero que haciendo honor a su nombre fue un verdadero Salomón del arco victoriano.
Alianza se queda un año más en primera, su tradición se lo exigía, pero el hincha ahora exige la reivindicación del equipo con el campeonato del próximo año.
Foto: peru.com/futbol

jueves, 4 de diciembre de 2008

Fue una noche en rojo





¿Cuán fuerte puede ser un cuerpo para resistir tanto dolor?, es la primera pregunta que se me viene a la cabeza ante la crisis aliancista y es que mientras el doctor estaba de regreso a su tierra, Alianza lloraba a 3400 metros de altura, esas lágrimas de angustia que se vieron reflejadas en la cara de Corzo, que no entendía como un equipo tan grande puede verse inmerso en tamaña crisis.
Mientras en Lima el “caudillo” decía que nadie le armaba el equipo, en Cuzco parecía que alguien debió armárselo, pues Alianza no pudo acercarse con certeza al arco cusqueña, deambulada sin rumbo por el césped del Garcilazo, cual sonámbulo nocturno, sin rumbo trataba de empujar la furgoneta pero sin fuerzas q lo alimentaran, mientras los rojos eran diferentes, alimentados talvés por ese misticismo que los hace casi invencibles en su campo, bastaron 4 dardos para poner a los íntimos en el fondo.
Salom, Montes y Alva fueron los fantasmas que hicieron llorar a más de un corazón victoriano, que ya está empezando a imaginar como será su equipo en la segunda y es que el corazón puede sufrir pero no perdonar, habrá que esperar a que se de el pitazo final.