Turquía consiguió una remontada épica ante República Checa con tres goles en los últimos minutos y se clasificó para los cuartos de final de la Eurocopa de Austria y Suiza 2008 como segundo del grupo A, este domingo en Ginebra, y ahora deberá enfrentarse a Croacia en Viena por un lugar en semifinales.
El artillero turco del Villarreal Nihat Kahveci, con dos tantos sobre el final (87 y 89), fue el gran héroe de la gesta, que arrancó el volante Arda Turan (75). Los goles checos habían sido anotados por el centrodelantero Jan Koller (34) y el mediocampista Jaroslav Plasil (62).
El partido más emocionante del torneo de Suiza y Austria hasta el momento tuvo ritmo, fue cambiante y hasta vio la expulsión del portero otomano Volkan Demirel en el descuento.
De esta forma, Turquía, ausente en la Eurocopa Portugal 2004 y la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006, se convierte en el quinto clasificado para la segunda ronda, en la que empiezan los desafíos a todo o nada, junto a Portugal (Grupo A), Croacia (B), Holanda (C) y España (D).
En los cuartos de final, Turquía se enfrentará el próximo viernes en la capital austríaca a Croacia, ganador del Grupo A y que el lunes tiene su último partido de primera fase ante Polonia.
República Checa literalmente dejó de jugar, se replegó y no hizo nada, confiados en los dos goles que llevaba de ventaja. Y una vez más Arda Turan, el que salvó a Turquía en el último minuto contra Suiza (2-1), reanimó a los otomanos. Los de Terim se fueron a la carga y con un gran error del meta Petr Cech, que dejó escapar un centro inofensivo, llegaron a la igualdad por el olfato goleador de Nihat (87).
Apenas dos minutos después, el punta del Villarreal demostró que también tiene clase al clavar el 3-2 de la épica remontada con un disparo a colocar al ángulo.
Un triunfo histórico. Segunda salvación sobre la hora, sumando la de Suiza. Y los turcos que se animan a soñar en grande otra vez, como en 2002, cuando alcanzaron las semifinales en el Mundial de la FIFA de Corea y Japón.
El artillero turco del Villarreal Nihat Kahveci, con dos tantos sobre el final (87 y 89), fue el gran héroe de la gesta, que arrancó el volante Arda Turan (75). Los goles checos habían sido anotados por el centrodelantero Jan Koller (34) y el mediocampista Jaroslav Plasil (62).
El partido más emocionante del torneo de Suiza y Austria hasta el momento tuvo ritmo, fue cambiante y hasta vio la expulsión del portero otomano Volkan Demirel en el descuento.
De esta forma, Turquía, ausente en la Eurocopa Portugal 2004 y la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006, se convierte en el quinto clasificado para la segunda ronda, en la que empiezan los desafíos a todo o nada, junto a Portugal (Grupo A), Croacia (B), Holanda (C) y España (D).
En los cuartos de final, Turquía se enfrentará el próximo viernes en la capital austríaca a Croacia, ganador del Grupo A y que el lunes tiene su último partido de primera fase ante Polonia.
República Checa literalmente dejó de jugar, se replegó y no hizo nada, confiados en los dos goles que llevaba de ventaja. Y una vez más Arda Turan, el que salvó a Turquía en el último minuto contra Suiza (2-1), reanimó a los otomanos. Los de Terim se fueron a la carga y con un gran error del meta Petr Cech, que dejó escapar un centro inofensivo, llegaron a la igualdad por el olfato goleador de Nihat (87).
Apenas dos minutos después, el punta del Villarreal demostró que también tiene clase al clavar el 3-2 de la épica remontada con un disparo a colocar al ángulo.
Un triunfo histórico. Segunda salvación sobre la hora, sumando la de Suiza. Y los turcos que se animan a soñar en grande otra vez, como en 2002, cuando alcanzaron las semifinales en el Mundial de la FIFA de Corea y Japón.
Suiza se despide con honor
La selección suiza firmó, en su despedida de la Eurocopa, la primera victoria en su historia de la competición continental en un partido en que se encontró con una descafeinada Portugal, formada por los habituales suplentes y que ofreció su peor cara del torneo.
También era la despedida de Jakob Kuhn como técnico nacional suizo y el triunfo sirvió para homenajear al veterano entrenador helvético, que deja el puesto tras siete años.
La intrascendencia del partido llevó a Luiz Felipe Scolari a revolucionar el once al máximo con ocho cambios respecto a los equipos titulares ante turcos y checos. Sólo Ricardo en la portería y Pepe y Paulo Ferreira en la defensa repitieron.
El empeño del equipo de Kobi Kuhn tuvo su premio a los 71 minutos cuando Hakan Yakin aprovechó un pase de Derdiyok para batir en su salida a Ricardo. Portugal, con su equipo 'B', estaba ofreciendo su peor cara en el torneo.
El estadio era una fiesta a la que pareció que quiso unirse Portugal, ya que Fernando Meira cometió un penal sobre Barnetta que posibilitó el segundo gol con el que los suizos ratificaban su triste triunfo, por su eliminación, a la vez que histórico, por ser el primero en una Eurocopa.
Para Portugal el partido no tuvo aspecto positivo alguno, ya que pese a su intrascendencia, además de perder la condición de invicto, el equipo de Scolari acumuló cuatro tarjetas amarillas a pesar de que no se jugaba nada y que le pueden pesar en el futuro del torneo.
También era la despedida de Jakob Kuhn como técnico nacional suizo y el triunfo sirvió para homenajear al veterano entrenador helvético, que deja el puesto tras siete años.
La intrascendencia del partido llevó a Luiz Felipe Scolari a revolucionar el once al máximo con ocho cambios respecto a los equipos titulares ante turcos y checos. Sólo Ricardo en la portería y Pepe y Paulo Ferreira en la defensa repitieron.
El empeño del equipo de Kobi Kuhn tuvo su premio a los 71 minutos cuando Hakan Yakin aprovechó un pase de Derdiyok para batir en su salida a Ricardo. Portugal, con su equipo 'B', estaba ofreciendo su peor cara en el torneo.
El estadio era una fiesta a la que pareció que quiso unirse Portugal, ya que Fernando Meira cometió un penal sobre Barnetta que posibilitó el segundo gol con el que los suizos ratificaban su triste triunfo, por su eliminación, a la vez que histórico, por ser el primero en una Eurocopa.
Para Portugal el partido no tuvo aspecto positivo alguno, ya que pese a su intrascendencia, además de perder la condición de invicto, el equipo de Scolari acumuló cuatro tarjetas amarillas a pesar de que no se jugaba nada y que le pueden pesar en el futuro del torneo.
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