martes, 19 de agosto de 2008

Argentina golea a Brasil a ritmo de tango

Aguero fue el verdugo de los cariocas
Con una demostración implacable de efectividad en el complemento, la selección argentina se impuso 3-0 a Brasil en la segunda semifinal del Torneo Olímpico de Fútbol masculino disputada en la noche del martes en Pekín. Los goles de Sergio Agüero (2) y Juan Román Riquelme, de penal, sitúan a la Albiceleste en su segunda participación consecutiva en la instancia decisiva del certamen, mientras que la escuadra de Dunga debe volver a casa sin la ansiada medalla dorada, único título que resta a su poblada vitrina.
El respeto y el conocimiento mutuo que se esperaba en la previa fue notorio desde los primeros minutos del partido. Ambos equipos lucharon mucho en el mediocampo e intentaron aprovechar algún descuido en defensa para sacar alguna ventaja, auque fueron los argentinos los que generaron mayores situaciones de riesgo. El primer intento claro llegó luego de una buena combinación por izquierda que derivó en un desborde de Ángel Di Maria. El jugador del Benfica centró bajo y el despeje de Breno casi se mete en el arco de Renan (4').
Por su parte, los de Dunga eligieron la punta derecha para hilvanar sus ataques. Rafinha desbordó por su sector y envió un buscapié que no pudo ser conectado por Rafael Sobis en medio del área (11'). Los de Sergio Batista contestaron rápidamente y pudieron haber anotado, pero el remate final de Sergio Agüero, tras enganchar por la izquierda, se perdió apenas afuera (12').
Tras esas situaciones en el inicio, Ronaldinho comenzó a mostrarse para manejar los hilos de Brasil y el partido bajó en intensidad. Apenas un tiro libre de Lionel Messi a las manos de Renan (20'), y un centro que no llegó a conectar Agüero en el segundo palo (33'), hicieron levantar a los aficionados antes de los 40 minutos. Uno más tarde, una apilada de Messi por la izquierda obligó a un esfuerzo del arquero que, tras volar a su izquierda, impidió el grito argentino. No habría más emociones en esa primera mitad.
En el complemento, la tendencia se repitió: Argentina dominaba el balón y buscaba por izquierda con las subidas de Di Maria. Así llegó la apertura del marcador: Fernando Gago abrió para el atacante zurdo, quien buscó un centro potente al corazón del área. Allí estaba Agüero, quien puso su pecho para vencer a Renan y anotar su primer tanto en el torneo (1-0; 54').
Los brasileños respondieron enseguida y estremecieron el poste derecho de Romero con un buen remate de Sobis que, tras rebotar en la espalda del arquero, casi se mete en el arco albiceleste. Parecía que el equipo de Dunga entraba de nuevo en acción, pero el Kun golpeó de nuevo: esta vez, apareció dentro del área chica para conectar un buscapié de Garay que había aparecido por sorpresa en el sector derecho (2-0; 58'). En apenas 4 minutos, el delantero del Atlético de Madrid terminó con el maleficio que lo perseguía y dejó a los suyos con una ventaja indescontable. Todo ante la atenta mirada de Diego Maradona...
Con la diferencia de dos tantos, Dunga decidió los ingresos de Thiago Neves y Alexandro Pato para darle vértigo a su ataque. Así, Rafinha desbordó por derecha una vez más y cerca estuvo de forzar un autogol de Garay. En la jugada siguiente, Ronaldinho estrelló un tiro libre en el poste derecho de Romero y Pato, en posición adelantada, marcó el descuento que resultó anulado por el uruguayo Martín Vázquez (65'). No pasaría mucho tiempo más para que el equipo de Batista celebrara de nuevo: Juan Román Riquelme, tras una falta sufrida por Agüero dentro del área, decretaría el 3-0 final con un penal ejecutado al medio del arco (3-0; 76').
Los últimos minutos corrieron y Argentina se limitó a retener el balón ante los intentos estériles del conjunto brasileño por alcanzar un descuento estadístico. Lucas y Thiago Neves, por sendas faltas sobre Javier Mascherano, debieron marcharse a las duchas con tarjeta roja. La suerte ya estaba echada: la Albiceleste viaja rumbo al partido decisivo ante Nigeria, el mismo equipo que lo venció en la final de Atlanta 1996.

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