Cienciano con un ajustado 1-0 venció al aguerrido Montevideo Wanderers de Uruguay en el partido de ida por la Llave E de la primera ronda de la Copa Libertadores de América-2008, disputado en el estadio Inca Garcilaso de la Vega del Cusco.
El único gol de la "Furia Roja" lo convirtió el japonés Masakatsu Sawa a los 13 minutos a base de una jugada individual que dejó a dos rivales para vulnerar la valla de la visita.
Ese tanto levantó la esperanza de los cusqueños que podían ampliar el marcador y pasar por encima a la visita, de esa manera viajar tranquilo a Montevideo para el partido de vuelta, pero les faltó tranquilidad, ambición y mayor peso en el medio sector.
El triunfo ajustado deja a los de casa un sabor amargo, pues tendrá que ir en busca de Wanderers con apenas un gol de ventaja.
Los planteamientos no fueron una sorpresa, porque desde el inicio ambos equipos mostraron lo que se esperaba, uno atacando y el otro se defendiéndose e intentando bajar las revoluciones del local.
Cienciano aprovechó su localía y sus 3.300 metros de altura de la ciudad Imperial del Cusco, para atacar por los flancos pero lanzando centros en forma desordenada que nunca encontraron a los atacantes rojos, sino al rival que se defendía con uñas y dientes.
En cambio, Montevideo Wanderers cauteloso, replegado, formando un férreo círculo en el medio sector con un solo atacante, jugó conservando aire, aunque cediendo campo. El objetivo: defender para que no le llenaran la canasta y con la esperanza que el partido en Montevideo superar la derrota.
Los 28.000 espectadores que alentaron a los rojos del Cusco, salieron rumiando cólera porque observaron a su equipo mezquino en el juego, desordenado en el ataque, sin volantes que apoyen a los desamparados atacantes.
El gol del japonés Sawa fue un oasis en el desierto de ideas y apenas a los 13 minutos, tras jugada individual por el medio sector, anunciando que desde esa manera se podía romper el muro uruguayo.
Sinembargo, no fue escuchado y durante los 90+4 minutos que duró el partido se jugó lanzando bolas sin control buscando cabezas rojas que nunca llegaron.
En los cambios, el técnico Goncálvez le ganó el duelo al peruano Navarro, manejó mejor el recambio de hombre, porque logró darle aire a su equipo para resistir el último tramo del partido.
Navarro se dio cuenta tarde que necesitaba peso en medio sector. Mandó al gramado a Uribe y Olcese, dos volantes con fútbol, pero los uruguayos estaban fuertes para resistir las baterías rojas.
La revancha entre ambos elencos se disputará el 7 de febrero en el estadio Centenario de la capital uruguaya y el ganador de la llave se sumará al Grupo 4 que integran Flamengo de Brasil, Coronel Bolognesi de Perú y Nacional de Uruguay.
El único gol de la "Furia Roja" lo convirtió el japonés Masakatsu Sawa a los 13 minutos a base de una jugada individual que dejó a dos rivales para vulnerar la valla de la visita.
Ese tanto levantó la esperanza de los cusqueños que podían ampliar el marcador y pasar por encima a la visita, de esa manera viajar tranquilo a Montevideo para el partido de vuelta, pero les faltó tranquilidad, ambición y mayor peso en el medio sector.
El triunfo ajustado deja a los de casa un sabor amargo, pues tendrá que ir en busca de Wanderers con apenas un gol de ventaja.
Los planteamientos no fueron una sorpresa, porque desde el inicio ambos equipos mostraron lo que se esperaba, uno atacando y el otro se defendiéndose e intentando bajar las revoluciones del local.
Cienciano aprovechó su localía y sus 3.300 metros de altura de la ciudad Imperial del Cusco, para atacar por los flancos pero lanzando centros en forma desordenada que nunca encontraron a los atacantes rojos, sino al rival que se defendía con uñas y dientes.
En cambio, Montevideo Wanderers cauteloso, replegado, formando un férreo círculo en el medio sector con un solo atacante, jugó conservando aire, aunque cediendo campo. El objetivo: defender para que no le llenaran la canasta y con la esperanza que el partido en Montevideo superar la derrota.
Los 28.000 espectadores que alentaron a los rojos del Cusco, salieron rumiando cólera porque observaron a su equipo mezquino en el juego, desordenado en el ataque, sin volantes que apoyen a los desamparados atacantes.
El gol del japonés Sawa fue un oasis en el desierto de ideas y apenas a los 13 minutos, tras jugada individual por el medio sector, anunciando que desde esa manera se podía romper el muro uruguayo.
Sinembargo, no fue escuchado y durante los 90+4 minutos que duró el partido se jugó lanzando bolas sin control buscando cabezas rojas que nunca llegaron.
En los cambios, el técnico Goncálvez le ganó el duelo al peruano Navarro, manejó mejor el recambio de hombre, porque logró darle aire a su equipo para resistir el último tramo del partido.
Navarro se dio cuenta tarde que necesitaba peso en medio sector. Mandó al gramado a Uribe y Olcese, dos volantes con fútbol, pero los uruguayos estaban fuertes para resistir las baterías rojas.
La revancha entre ambos elencos se disputará el 7 de febrero en el estadio Centenario de la capital uruguaya y el ganador de la llave se sumará al Grupo 4 que integran Flamengo de Brasil, Coronel Bolognesi de Perú y Nacional de Uruguay.
AFP
1 comentario:
Hola, te cuento que soy de buenos aires, argentina y llegue aqui gracias a un link, te invito a pasar por mi blog dedicado a la carrera y visa del señor Hector Bambino veira, si quieres intercambiamos links, muchos éxitos y hasta pronto
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